jueves, 29 de noviembre de 2012

Los Rurales de México 1/7

I. Orígenes

Los rurales son un cuerpo de policía mexicano que alcanzó su mayor vigor y fama durante el período porfiriano. No obstante, esta fuerza combativa de caballería, aparece en México varias décadas antes de iniciarse el largo gobierno de Don Porfirio.
Rural 1887
Un año en México de Gustavo Baz
Bernardo Reyes, militar él mismo, político e historiador señala una primera estructuración de cuerpos de caballería rural a partir de un decreto del mismo Santa Anna del 17 de enero de 1842 según el cual “en las poblaciones de la república, según su censo e importancia, se levantaran compañías de caballería, que debían estar sujetas al Gobierno del Departamento respectivo, y que en las haciendas se hiciera otro tanto, titulando á las fuerzas de ellas rurales. Las primeras debían ser sostenidas por los pueblos cuando estuvieran en servicio activo, y las segundas por los hacendados. En caso de guerra, decía el decreto, el Presidente podrá disponer de semejantes elementos militares.”[1]  Desde su origen o concepción ideológica existe cierta ambivalencia en la figura de la policía rural. Regularmente dependiendo de los hacendados, pero en caso de guerra, del gobierno presidencial. El comienzo de los rurales, en las haciendas y bajo las órdenes de los hacendados, marca a la figura del rural como un personaje de campo y vaquero “de nacimiento” por así decirlo. Quizá sea ésta la razón por la cual los rurales no cambiaron su traje de charro por algún uniforme militar al no ser estrictamente “soldados”. Y aunque el hábito no hace al monje, lo distingue. La imagen del charro mexicano guerrillero que prevalece hasta la Revolución de 1910-1921 se graba como una impronta característica de la mexicanidad.
A la implantación de cuerpos de policía rural, se opusieron, por lo menos, ciertos sectores de la sociedad mexicana, especialmente los propietarios, señala Carlos M. Bustamante en 1845 que “como Santa-Anna se propuso, cual otro Federico de Prusia, hacer de esta América una república militar, ¡gran quimera! mandó levantar compañías rurales en todos los pueblos y  haciendas, providencia que incomodó  mucho á los labradores; pues aunque por entonces se decía que se dirigía á cortar los robos en despoblado, se  creyó (no sin  razón)  que tales compañías serian la almáciga de los veteranos del ejército de que echaría  mano en una necesidad”[2].

Rurales 1900
México Su Evolución Social
Desde sus inicios se destaca la principal tarea del cuerpo de policía rural: “cortar los robos en despoblado”. Los rurales, ligados a las haciendas, debían además conocer los caminos y el campo al que estaban destinados a controlar la delincuencia que, en aquellas décadas abundaría, en un país cuyas guerras internas por la sucesión del poder, lo tendrían al garete.

Después del pronunciamiento del Plan de Ayutla  de 1854 y el derrocamiento de Santa Anna, Comonfort aceptó como parte de su ejército liberal  a las antiguas tropas de Santa Anna, entre las que debió estar la caballería rural. Estas mismas tropas, ocasionaron la caída del nuevo gobierno y sostuvieron la formidable lucha de 1858 a 1860.

No fue sino hasta el 5 de mayo de 1861, cuando el Presidente Juárez, al reorganizar el ejército, establece 4 batallones de rurales “para la seguridad de los caminos” con un decreto de 14 artículos[3]. En los que se enumeran, entre otras cosas, las siguientes:


a)     Su fin, no indicando otra cosa sino, “la seguridad de los caminos”.
b)   Los puntos de trabajo: las carreteras de la Ciudad de México a Morelos, Cuernavaca, Veracruz, Puebla, Toluca, Orizaba, Jalapa, Aculcingo, Banderilla, Arroyozarco y poblaciones intermedias y adyacentes.

c)     Miembros y salarios según su jerarquía. Cada cuerpo de policía rural constaba de: 1 Comandante,  1 Pagador, 3 Cabos 1ºs 15 cabos 2ºs y 225 policías. El sueldo del comandante eran de 7 pesos diarios y el del policía 1,12½
d)   El armamento compuesto de “mosquetón fulminante, lanza con banderola roja y espada”
e)    El vestuario: chaqueta y chaleco de paño gris, con vueltas y cuello encarnado la primera, calzoneras de gamuza y sombrero tendido con una cinta blanca que rodee la copa con la inscripción: "1º, 2º,  3º, 4º, de policía” el armamento y vestuarioserán propiedad de cada individuo” y el parque “se los dará el gobierno”.
f)     El equipo: “silla vaquera con mantilla gris, freno, espuelas, chivarras, reata, morral, almohaza, escobeta y maleta gris para las cobijas”
g)      Y que estaría bajo las “órdenes inmediatas del Ministerio de la Guerra”.

Rurales en Revista 1887
 Un año en México de Gustavo Baz

Se puede decir que estos cuatro cuerpos de policía rural establecidos en el gobierno de Juárez son el primer intento verdadero por organizar este tipo de fuerza rural. Como tales duraron poco tiempo, pues los sorprendió la intervención francesa, la huída de Juárez hacia el Norte y la reorganización de la república.
Mariscal Francisco A. Bazaine
Porfirio Diaz 7 times president 1906
de Alec TWEEDIE
En abril de 1865, ya en el tiempo de Maximiliano, el mariscal francés François A. Bazaine, veterano de Crimea, contaba con un ejército de 63,800 hombres, compuesto por 28,000 franceses, 20,000 mexicanos, 8,500 guardias rurales y urbanos, 6,000 voluntarios austríacos y 1.300 belgas.[4] Según un reportero estadounidense de nombre Edwin Emerson, que de hecho era un agente secreto para el Departamento de Estado de los Estados Unidos[5] y que se encontraba en México hacia la década de 1910, en su artículo “The Rurales of México[6], los primeros rurales se les llamaba “cuerdados” (sic.) por estar vestidos de cureo de pies a cabeza, y que bajo el emperador Maximiliano, los que permanecieron leales al gobierno central fueron organizados en una fuerza nativa de jinetes conocidos como “cazadores” bajo el liderazgo del mariscal Bazaine, quien se enorgullecía de ser apodado “El Tigre”. Quizá estos cuerdados, a los que Emerson hace referencia, sean fuerzas locales o estatales llamadas también “rurales” o “acordadas” establecidas en México desde el siglo XVIII para aprehender y juzgar a los salteadores. Como quiera que sea, es interesante el artículo de Emerson porque refleja lo que los mismos policías rurales pensaban de su propio cuerpo de caballería y los datos y anécdotas seguramente proceden de la tradición oral transmitida por los rurales que sirvieron de escolta al propio Emerson.



[1] AAVV México, Su evolución Social Tomo I J. Ballesca y Compañía, Sucesor México 1900 p.366 
[2] BUSTAMANTE, Carlos María Apuntes para la historia del Gobierno delGeneral D. Antonio López de Santa Anna…Imprenta de J. M. Lara México 1845 p. 38. 
[4] RIVERA, Agustín Anales de la Reforma y del Segundo Imperio (Año de 1865) 4a Ed Ortega y Compañía México 1904 p. 170 
[5] KATZ, Fredrich, The life and times of PanchoVilla Stanford University Press 1998 ISBN 0804730466, 9780804730464 
[6] EMERSON, Edwin, The Rurales of Mexico with picturesby Edward Borein en The Century Illustrated Monthly Magazine Vol LXXXII May to October London October 1911.



martes, 6 de noviembre de 2012

La Música y la Invasión Norteamericana 1846-1848

A lo largo de este blog en varias ocasiones, he escrito acerca de la música que pudo haberse escuchado en México en el tiempo de la invasión norteamericana. He recopilado diez entradas de este blog sobre ese tema en un documento PDF con 10 partituras correspondientes a las piezas musicales. Les comparto este ensayo con el título Los Ecos de la Guerra, para quien pueda estar interesado.

Los Ecos de La Guerra por Jorge H. Elías

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