El Capitán Nicolás Ochoa de Elejalde y sus descendientes.
Herederos del Señor de
la Capilla.
Un interesante personaje de la historia de Monterrey durante el Siglo XVII es el Capitán Nicolás OCHOA de ELEJALDE y Navarro,
hijo de Don Martin Ochoa de Elejalde y de Doña María Rojo de Ruelas Navarro
propietarios de la inmensa hacienda de San Juan Bautista de los González en el
Norte de Saltillo[1].
Dicha hacienda llegó a medir a principios del siglo XVII, más de 618 hectáreas.[2] Y “En 1617… era una de las nueve estancias,
donde había indios de encomienda en el valle de Saltillo”[3].
La familia de Doña María Rojo, madre del Capitán, fue una de las más acaudaladas de Saltillo y de tanto prestigio, que sus
miembros recibieron el título de “Herederos
del Señor de la Capilla”. Se llamaba y aún se sigue llamando de esta manera a la imagen de un Cristo Crucificado con más de 400 años de existencia
a la que los fieles le han atribuido innumerables intervenciones
milagrosas. La imagen ha congregado a lo largo de
todos esos años al pueblo religioso, especialmente al de Saltillo y del Noreste
de México. Es parte del patrimonio cultural y religioso de México y un icono de
identidad popular. Es un Cristo cruento, lleno de llagas y sangre, con la
expresión profunda del dolor en su hermoso rostro de tez oscura.
La leyenda cuenta
que la imagen de Cristo entró a Saltillo en una mula, sin que nadie supiera de
dónde procedía. La mula se paró en medio de la plaza y allí no quiso moverse
más. Los vecinos le dieron hospedaje y con el tiempo le construyeron su casa,
es decir, su capilla. Leyenda aparte, es muy probable que la imagen haya
llegado a lomo de mula ya que las cargas de la época eran trasladadas de esa
manera por los arrieros.
Por su parte, la historia
narra que la imagen fue llevada a Saltillo por un rico comerciante de la época
de nombre Santos Rojo (abuelo materno del Capitán Nicolás Ochoa de Elejalde) a
principios del siglo XVII. En 1824 Don Lucas de las Casas, abogado de las
audiencias de la república y cura de la Villa de Saltillo, escribe en una Novena
dedicada a la imagen: “…el noble
caballero europeo Santos Rojo, uno de sus primeros conquistadores y principales
pobladores, compró y trajo la admirable y prodigiosa imagen… aunque no se ha podido
averiguar cuando, en dónde, á quién, en cuanto lo compró ni de dónde lo trajo.
De dichos documentos consta, que en el mes de marzo del año de 1608 lo puso y
colocó en una capilla que con el título de animas había fabricado el espresado
Santos Rojo en el crucero de la primera iglesia parroquial”[4].
Don Santos Rojo, sus hijos y nietos con sus respectivas familias, adquirieron, con el correr del tiempo, por sus obras pías y la colaboración en la construcción de la capilla del Cristo, el título de herederos del Señor de la Capilla. No todos los descendientes de la familia, como sucede casi siempre, permanecieron en el mismo sitio, es decir en Saltillo, sino que construyeron sus respectivas familias en otras latitudes de México. A finales de la
década de 1640, más o menos de unos 16 años de edad, el joven Nicolás Ochoa de
Elejalde se trasladó a vivir al Nuevo Reino de León. Allí se casó con Doña
Isabel de la Garza. Compró, de Juan de Solís, la hacienda de la Santa Cruz, a
la que puso por nombre San Agustín, al oriente de Monterrey (En la actualidad
Guadalupe NL).
El Capitán Nicolás Ochoa se dedicó a la minería además de
desempeñar varios puestos gubernamentales y militares en el Nuevo Reino de
León. En 1659 fue regidor del Cabildo de Monterrey y en 1660 alcalde ordinario.
Participó en las guerras que pretendieron pacificar a los indios naturales de
la región. En 1686 estuvo encargado de comandar uno de los dos ejércitos bajo
el mando del Capitán Alonso de León consignados a hacerle frente a los
franceses que se pensaba estaban poblando la Bahía del Espíritu Santo. Las
campañas de pacificación le merecieron mercedes y la encomienda de indios
saratigua de nación borrados[5]. Superó Don Nicolás riesgos y peligros en los enfrentamientos contra "indios bárbaros" y en las expediciones a través de los desiertos del noreste de la Nueva España. Sin embargo, su destino era morir en un trágico accidente.
El Autor Anónimo de la Historia del Nuevo Reino de León del
S. XVII relata la terrible muerte don Nicolás Ochoa. Dice que febrero de 1688
fue un mes aciago, no sólo por la muerte de 9 hombres en un encuentro entre
soldados e indios serranos de Tamaulipas, sino además por la muerte, en
Monterrey, de su Justicia Mayor.
Escribe:
“habiendo
subido al cerro que llaman de las Mitras, distante dos leguas de la ciudad, el
Capitán Nicolás de Ochoa, Justicia Mayor en ella y Regidor, a ver una mina que
se trataba de beneficiar, la cual estaba en mucha altura, habiendo ya los
barreteros comenzado a trabajar en ella y el susodicho sentándose encima de una
laja a rezar ciertas oraciones, estando toda la gente descuidada, ora fuese que
le diese al contenido algún vahido (sic), ó
que desmintiese la laja en un improviso, resbalo y cayo precipitado en
una barranca de más de veinte estados y se hizo pedazos, cosa que no pudo
remediar la gente, aunque oyeron, cuando iba cayendo, que invocó con el nombre
de la Virgen, que sin duda en trance tan fuerte le favorecería, como a devoto
suyo. La sierra es altísima y costó mucho trabajo el sacar el cuerpo, y causó
mucha lástima a todos la muerte tan violenta”[6].
El acta de defunción
del respectivo libro de la parroquia de Monterrey (actual catedral) registra la
muerte el 13 de febrero de aquel año. Don Nicolás fue sepultado “en la Parroquial de esta ciudad con vigilia
y misa de cuerpo presente y le mandaron decir sus hijos un novenario de misas
cantadas en dicha parroquial y otro de misas rezadas en el Convento del Señor
san Francisco”. [7]
Cerro de las Mitras, por Hector Martínez, via Flickr |
Don Nicolás Ochoa de Elejalde y
Doña Isabel de la Garza Montemayor González tuvieron al menos estos siete
hijos:
- Salvador (n. hacia 1644) casado con Doña Catalina de
la Garza Guerrero.
- Capitán Joseph de Ochoa de Elejalde nacido en
1650[8]
casado en primeras nupcias con Mencia de las Casas de la Vega (m. Monterrey 27
de septiembre de 1689)[9] y
en segundas con Doña Teresa de Medina
Cortés.
- María Ochoa de Elejalde
casada con Juan González.
- Alférez Nicolás de Ochoa de Elejalde (n. hacia 1659) Casado en primeras nupcias
con Doña Lugarda de Medina. En segundas nupcias con Doña Margaríta de las Casas
(m. Monterrey, 15 de enero de 1697)[10],
en terceras nupcias con Doña Margarita García Dávila Cavazos (m. Monterrey 25 de Octubre de 1711)[11],
y en cuartas nupcias con Doña Josepha
Méndez Tovar Gutierrez (m. Monterrey 16 de agosto de 1689)[12]
- Luisa Ochoa de
Elejalde nacida en Monterrey en 1666 y
casada con Joseph de Escamilla Ayala (m. Monterrey 4 de enero de 1683)[13]
- Blas Ochoa de
Elejalde bautizado el 31 de octubre de
1669[14].
Y casado con Doña Antonia Lozano de la Garza (m. Monterrey 4 de Junio de 1692)[15]
Una de las
principales propiedades de esta familia fue la Hacienda de San Agustín. La
estancia establecida en 1627 por Juan de Solís llamada de la Santa Cruz (en
donde ahora se encuentra la cabecera municipal de Guadalupe, NL) fue comprada
en 1658 por el capitán Nicolás Ochoa de Elejalde quien le cambió el nombre a
“Hacienda de San Agustín”. Tenía una
extensión de 4 caballerías y cuarto (alrededor de 180 hectáreas). El 9 de enero
de 1694 la propiedad fue dividida entre los hijos de Nicolás Ochoa e Isabel de
la Garza exceptuando a María “mujer de
Juan González, porque vendió su Parte a José de Ochoa, su hermano”[17].
Años más tarde, el
19 de febrero de 1710, Nicolás, el Mozo, vende a su cuñada Doña Teresa de Medina parte de
su propiedad (media caballería de tierra)[18]. En esta hacienda se cultivaba caña de azúcar
y maíz entre otros productos. En 1715 la hacienda fue expropiada por el
licenciado Francisco de Barbadillo quien tenía orden del virrey Duque de
Linares[19]
de acabar con las congregas o encomiendas que esclavizaban a los indios.
Barbadillo confiscó las tierras de la antigua hacienda de San Agustín de los
Ochoa de Elejalde y en ellas estableció, en febrero de 1715 el pueblo de indios
de Guadalupe. (Guadalupe NL).
Los Ochoa de
Elejalde perdieron así su hacienda de San Agustín y nació en el mismo lugar una
misión o pueblo de indios congregados de varios lugares de la Sierra Madre, y
más tarde, en 1756, del Pilón
(Montemorelos NL).
Ya en épocas muy
recientes (1980), cuando el ayuntamiento municipal concedió un escudo de armas a
la ciudad de Guadalupe, se eligieron los símbolos que describen su historia. Uno
de ellos, en el cuadrante superior izquierdo, es un Lobo Sable, es decir, un
lobo color negro, insignia del apellido Ochoa de Elejalde debajo de un sol de gaules
(rojo) representación del apellido Solís. Por ser Juan Solís el fundador de la
Hacienda de la Santa Cruz y Nicolás Ochoa el primer patriarca de la Hacienda de
San Agustín, que precedieron al "Pueblo
de la Nueva Tlaxcala de Nuestra Señora de Guadalupe de Horcasitas". La
presencia tlaxcalteca, como es obvio, también fue plasmada en el escudo con el
jeroglífico en el cuadrante superior derecho representando a la república de
Tlaxcala.
A la Izquierda Escudo del apellido Ochoa y a la derecha el Escudo de La Ciudad de Guadalupe, NL |
Dos propiedades
pertenecientes a algunos miembros de esta familia, específicamente a Margarita
de las Casas, segunda esposa de Nicolás Ochoa, fueron también las que se
hallaban frente a la plaza de armas (Plaza Zaragoza y hoy Macroplaza de
Monterrey). Estaban ubicadas en las esquinas noreste y noroeste de las calles
Zaragoza y Corregidora. En 1712 el
Capitán Nicolás Ochoa de Elejalde, el Mozo, hijo de Doña Margarita y el Capitán
Nicolás Ochoa, el 30 de julio, vende parte de la propiedad a María Buentello de
Morales casada con el Cap. José de la Serna por 180 pesos de oro común.
A lo largo de 300
años las propiedades tuvieron varios propietarios. Fueron usadas como viviendas
y como tiendas comerciales. A fines del Siglo XIX la propiedad de la esquina
noreste pertenecía a la Casa Comercial de Pedro Maíz y Compañía y lleva el
nombre de Palacio de Cristal y más tarde, perteneció a la negociación Martín
Vizcaya. En el S. XX se construyó allí el Edificio Layer con ornamentación “colonial”.
Hoy el lugar forma parte de la Macroplaza.[20].
Mismas Esquinas vistas de sur a norte. En primer plano a la derecha, el edificio Layer. Foto publicada por el usuario Juan Crouset en Skyscraper. |
Los descendientes del Capitán Ochoa de Elejalde llegaron a
poseer riquezas, prestigio y propiedades. A Joseph Ochoa de Elejalde, uno de sus hijos mayores, le fueron concedidos por el Capitán Alonso
de León, 35 sitios de ganado mayor y cinco de menor en la Mesa de
las Amapolas a la orilla del río de La Pesquería[21]. Acumuló una fortuna muy considerable. En su testamento del 10 de abril de 1708 se
vislumbra la magnitud de sus posesiones en, ganado, caballos, bodegas de maíz,
carbón, que comerciaba en la región. Su
testamento refleja también el estatus social y religioso que desempeñaba en
Monterrey. Declara haber sido mayordomo
de la Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Como mayordomo debió
haber hecho, a lo largo de su vida, diversas promesas y mandas a favor del
culto y de la cofradía. A su muerte deja
a la cofradía 25 yeguas y 10 mulas mansas además de las 25 yeguas y caballo que
le debe. Como era costumbre de la época pide se le recen un buen número de
misas cantadas y rezadas por él y 40 misas
“por las almas de la gente muerta
a su servicio”. “Declara asimismo que dio a su hermano la mitad de la labor en el valle
del Pilón (Montemorelos, NL) y 750 pesos en los sitios de la Salada”[22]. Sus deudas también son reflejo de su fortuna:
debe dinero al herrero, a un vecino del Pilón, al Marqués de la Torre, a su
mayordomo, etc. Entre deudas en dinero, maíz y quizá otros productos, el monto
total debió ascender a unos mil pesos. En su testamento, además de propiedades
en el campo y la ciudad de Monterrey, ganado y tierras de cultivo, declara tener
algunos esclavos.
Don Joseph Ochoa murió en Monterrey en mayo de 1708 un mes después de haber
redactado su testamento. Fue sepultado
en la Iglesia de San Francisco el día 17 de mayo de 1708[23].
Su esposa Teresa de Medina lo siguió algunos años después: falleció el 11 de
Marzo 1713[24]
He podido
documentar, con la ayuda de los archivos eclesiásticos microfilmados por la
Iglesia Mormona, algunas ramas genealógicas de los miembros de esta familia
hasta la actualidad. Claro, dentro de lo posible y con sus limitantes. Estos herederos del Cristo de la Capilla de
Saltillo preservaron su prestigio pero no siempre su fortuna ni su hacienda. Por su parte, la
ortografía de su apellido se fue modificando, del primitivo “Ochoa de Elejalde” pasó a ser “de Ochoa” y
actualmente es también simplemente “Ochoa”.
[1] Lo que hoy se conoce como Los González fue parte de esta hacienda.
[2] Cfr. CUELLO, José Saltillo
Colonial: Orígenes y Formación de una Sociedad Mexicana en la Frontera Norte Archivo
Municipal de Saltillo, 2004 p. 112.
[3] LCD 20 feb 1617 Cit por AAVV GARZA MARTINEZ, Valentina PEREZ
ZEVALLOS, Juan Manuel Libro del Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo
1578-1655 CIESAS, 2002 p. 35
[4] DE LAS CASAS DE LA MOLA y FLORES, Lucas Novena a Cristo Señor Nuestro Crucificado cuya
portentosa imagen se venera en su capilla contigua a la Parroquia de la Villa
del Saltillo. Reimpresa en la oficina del C Urbano Sanromán, Guadalajara 1824
p. 3.
[5] AAVV GARZA MARTINEZ, Valentina PEREZ ZEVALLOS, Juan Manuel Libro
del Cabildo op. cit. p. 98.
[6] AAVV DE LEON Alonso, Un Autor ANONIMO y SANCHEZ de ZAMORA, Fernando
Historia de Nuevo León con noticas sobre
Coahuila, Tejas y Nuevo México, México 1909 p. 312
[7] Monterrey, NL Defunciones (Sagrario Metropolitano) LDS 605195 , im
33
[8] AAVV GARZA MARTINEZ, Valentina PEREZ ZEVALLOS, Juan Manuel Libro
del Cabildo op. cit. p. 98
[9] Monterrey, NL Matrimonios (Sagrario Metropolitano) LDS 605179 im
19.
[10] Guadalajara Jal. Matrimonios (Dispensas) LDS 168113 im 309-312.
[11] Guadalajara Jal. Matrimonios (Dispensas) LDS 168353 im 307.
[12] Guadalajara Jal. Matrimonios (Dispensas) LDS 168112 im 142.
[13] Guadalajara Jal. Matrimonios (Dispensas) LDS 167982 im 117-223.
[14] Monterrey, NL Bautizos (Catedral) LDS 605147 im 14.
[15] Guadalajara Jal. Matrimonios (Dispensas) LDS 168057 im 201-206.
[16] Monterrey, NL Bautizos (Catedral) LDS 605147 im 19.
[17] Archivo Municipal de Monterrey PROTOCOLOS Volumen: 6 Expediente: 1 Folio:
11 NO. 5
[18] CAVAZOS GARZA, Israel Catálogo y síntesis de los protocolos del Archivo
municipal de Monterrey, 1700-1725. 1164). IX, fol. 120, no. 36.
[19] Fernando de Alencastre Noroña y Silva XXXV Virrey de Nueva España 13 de noviembre de 1710
- 16 de julio de 1716.
[20] Cfr. MENDIRICHAGA CUEVA, Tomás La
Antigua Plaza de Armas de Monterrey, Lado Norte en anuario Humanitas
Numero 34 UANL Monterrey, N.L. 2007 pp. 29-43.
[21] AAVV GARZA MARTINEZ, Valentina PEREZ ZEVALLOS, Juan Manuel Libro
del Cabildo op. cit. p. 98.
[22] CAVAZOS GARZA, Israel Catálogo y síntesis de los protocolos del Archivo
municipal de Monterrey, 1700-1725 1127). VIII, fol. 359, no. 113.
[23] Monterrey, NL Defunciones (Sagrario Metropolitano) LDS 605195 im.
87.
[24] CAVAZOS GARZA, Israel Catálogo y síntesis de los protocolos del Archivo
municipal de Monterrey, 1700-1725 No. 1295). X, fol. 49, no. 15.